El acero inoxidable es una aleación entre el acero, el cromo y el níquel. Dependiendo del porcentaje de cromo-níquel, obtenemos un brillo y resistencia a la oxidación superiores (AISI-304 o 316). Por este motivo es óptimo para los exteriores y es uno de los materiales más elegantes y robustos. Por otra parte, el latón es una aleación entre el cobre y el zinc. Siendo también un metal muy elegante, sobre todo, si se combina con el acero inoxidable, realizamos cualquier trabajo con estos dos materiales, juntos o por separado.